"A quien corresponda:
Ayer, día 12 de Abril, se aprobaba en el pleno del Consell de Mallorca el plan territorial que permitirá la construcción de un macro complejo hotelero de 21 hectáreas en uno de los pocos paraísos naturales que dejó en pie el gobierno de Jaume Matas durante su última legislatura en la isla de Mallorca.
Esto no es una sorpresa ya que vamos estando acostumbrados a la clase política ruin e infame que desde los últimos meses nos viene gobernando.
Bajo el lema “qui estima Mallorca no la destrueix” nuestra isla se enfrenta al ecoterrorismo de los políticos, a la especulación de costas, al síndrome Benidorm.
Nos encontramos frente a una catástrofe ecológica de dimensiones inimaginables,a un impacto medioambiental donde al final, lo único que quedará serán las gravísimas consecuencias: destrucción de 21 hectáreas de dunas y bosques naturales, pérdida de fauna y flora autóctona, toneladas de cemento y alquitrán para una tierra que se asfixia, contaminación, especulación urbanística … No soy patriota, pero amo mi isla y la playa donde jugué a hacer castillos de arena cuando era niña. Y siento que han herido de muerte los felices recuerdos de mi infancia. Siento el peso de una lealtad por aquello que amo que nada puede romper; y jamás reconocería un compromiso diferente. Estamos tan cerca del límite que puede que despertemos un día para darnos cuenta que ya no queda nada por salvar.
La naturaleza ha sido destituida por la avaricia de nuestros políticos, por dinero sucio, un dinero que enriquece a unos pocos y empobrece a muchos más. Un dinero por el cual pagaremos un elevado coste a corto y largo plazo. Este capitalismo salvaje y descontrolado es solamente el principio de lo que está por venir: esta nueva reforma abrirá la veda para explotar y poner precio a los rincones más bellos y preservados que todavía quedan en Mallorca a golpe de talonario. Con total impunidad y ante la impotencia de quienes si sentimos el respeto y el amor por las verdaderas cosas bellas que sentimos como propias. Se me llenan los ojos de lágrimas y el corazón de pena; no quiero ser testigo de la destrucción de lo que amo, de lo que cuido, de lo que siento verdadera devoción.
Alcemos nuestras voces, unámonos, no lo permitamos. Luchemos."
María José Gil Burguera (Activista per AnimaNaturalis i altres moviments socials)
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