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sábado, 5 de mayo de 2012

Joan March, veritats i mentides (Per Aligi Molina)

Continúan los ataques a la sanidad balear: cierre del hospital Joan March

Un gran lazo negro cuelga en la fachada del hospital Joan March, así como pequeños lazos en las paredes internas del edificio y en las solapas de las batas de médicas, enfermeras, auxiliares y otras trabajadoras y trabajadores del centro que se han encerrado de forma indefinida en el centro. “El hospital Joan March está herido de muerte” dicen en su página de Facebook. Una de sus trabajadoras dice “muere lo público, nos lo quitan todo”.

La noticia de la decisión del cierre del hospital —situado en la carretera que comunica Palma con Bunyola— por parte del Govern balear del Partido Popular tomó a sus trabajadoras completamente por sorpresa “nos enteramos media hora antes del anuncio en rueda de prensa”. La presentación del plan de “medidas de ahorro” presentado por Bauzà está lleno de mentiras, como nos tienen acostumbrados a la hora de justificar las medidas neoliberales de austeridad que se vienen aplicando en Europa a raíz de la crisis y como una supuesta solución a la misma. En este caso se dicen cosas como que no cubría la capacidad real que tenía el hospital o que las instalaciones han quedado obsoletas. Cualquier persona puede visitar el hospital y advertir, por un lado, que las instalaciones fueron reformadas en noviembre de 2010, la sensación es la de estar en un hospital completamente nuevo a pesar de estar en funcionamiento desde hace muchos años. Por otro lado, se puede comprobar —como confirma una médica— que “siempre estamos al 100% de ocupación, a veces pasa una cama vacía uno o dos días pero no más”. Otro aspecto ‘positivo’ que plantea la consellera del Salut afirma que los trabajadores fijos serán reubicados. Uno de ellos comenta: “Fijos somos muy pocos, los demás vienen haciéndolo con contratos cortos de servicios y que se acaban ahora y a la calle. En mi caso, me trasladarán a otro centro, a saber dónde, y echarán a una persona que no es fija de allí. ¿Con qué cara llego yo a ese sitio a quitarle el pan a otra familia?” se pregunta.

El hospital Joan March adaptó hace algunos años sus funciones a las de centro sociosanitario y “lo ha hecho de forma ejemplar” afirma Tomeu Tugores, médico con amplia experiencia en el centro. Trabajadoras con distintas funciones y usuarios lo confirman por los pasillos, están siempre muy contentos, la noticia está generando profunda tristeza, rabia e indignación. La solidaridad que se percibe en el ambiente entre usuarios y trabajadores da el toque positivo a la ocupación que están llevando a cabo, casi desde que conocieran la noticia, las trabajadoras del hospital. Están organizándose en asamblea e invitando a convocatorias que hacen ellos y que también vienen desde fuera en apoyo a su acción como la caminata que se realizará el próximo sábado 5 de mayo a las 11:00h desde el pueblo de Bunyola hasta el hospital para mostrar el rechazo al cierre y el apoyo a las trabajadoras. Además hay convocada una concentración para el martes 8 de mayo a las 10:00h frente al Parlament balear a modo de rechazo de la decisión.

Las trabajadoras tienen claras las razones que hay detrás del cierre y piden a la sociedad apoyo y que no se dejen engañar. “Detrás del cierre está la venta del hospital. Es el primero que cierran, pero las medidas ya vienen desde antes: externalización de servicios, alquiler de habitaciones y quirófanos. Ya han mostrado sus intenciones de vender el hospital de Manacor e Inca. Lo quieren privatizar todo”. Un cartel ironiza afirmando “Se vende hospital Joan March: buen solar, magníficas vistas, ideal para construir hotel o apartamentos de lujo”.

El cierre del hospital Joan March no es un hecho aislado en la sanidad balear, se cierra además el Hospital General. Se ha anunciado la reducción de 150 camas de Son Espases en verano así como dejar el número de operaciones en el 50% del actual. En este mismo hospital se va a cobrar el parking a 10 euros al día. Esto se suma a las medidas centrales del copago (o repago) farmacéutico, etc. Detrás de cada número que nos muestran los medios, existe una familia sufriendo, existe rabia, indignación, impotencia, tristeza. Canalicemos la rabia en lucha y solidaridad, y digamos basta a los ataques y las mentiras de los recortes impopulares del PP. Porque sí hay alternativas a este sistema.

Los graves recortes que está sufriendo Balears —así como el resto del Estado— en sanidad, educación y otros servicios básicos para la ciudadanía, son cambios estructurales hacia la privatización y con el objetivo de obtener beneficios económicos de ellos, sin importar el grado de exclusión social que esto está generando, además de no mejorar en absoluto la situación de crisis actual. No son cambios coyunturales para superar la crisis, es una estrategia política cargada de ideología. Opongámonos frontalmente a estos ataques: la salud, como la educación, pública y de calidad. ¿Nuestros derechos o sus beneficios?

Aligi Molina (Blog El indignado)

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